Ser laicista

El concepto de "Estado laico", como contraposición a los estado confesionales, surgió históricamente de la Separación Iglesia-Estado, que tuvo lugar en Francia a finales del siglo XIX, pese a que la separación de iglesias y estados se ha producido en diferentes medidas en todos los paises occidentales, ha sido mas clara y permanente en aquellas naciones que vivieron la ilustración y las revoluciones liberales.

El laicismo es una ideología, muy entroncada con pensamiento político salpimentada por una idea de legislación que defiende una sociedad organizada aconfesionalmente o casi mejor dicho, ajena a las confesiones religiosas.

La postura laicista, garantiza la libertad de conciencia y la religiosa, mediante la no imposición de la normas y valores morales particulares de ninguna religión o de la irreligión, convirtiendo asi las creencias en un valor individual.

El laicismo no condena la religiosidad, la circunscribe al ámbito personal y privado, todos los ciudadanos son libres de tener una fe o no tenerla, de creer en un dios o no creer en ninguno y en seguir la moral y la ética de una religión determinada (en su totalidad o parte) o no seguir ninguna.

Defiendo el laicismo exclusivo, aquel que reclama independencia religiosa y de conciencia efectiva y real propugnando que el estado debe ignorar a todas las religiones y soy contrario al laicismo inclusivo, aquel que propone que todas las religiones deben de gozar de privilegios por igual, sean estos, legislativos, económicos, fiscales o de otra índole.

Como consecuencia del estado laico, soy contrario a:
  • Las fiestas religiosas obligatorias, que causan un perjuicio economico al tejido industrial
  • Los concordatos iglesia-estado
  • La financiación de las iglesias con cargo a dinero publico
  • Las prebendas en materia fiscal, laboral, educativas y otras a las iglesias.
  • La expotación privativa de bienes públicos (catedrales, monumentos)
  • Otras prebendas.