Soy oyente de Radio Nacional, o mas
bien, posiblemente sea ya un ex-oyente de Radio Nacional. Todos
conocemos que en cuanto acabo la temporada, el nuevo gobierno a
trabes de los directores de la cadena, hicieron unos cambios
importantes. Al sonado despido de Ana Pastor de TVE, en Radio
Nacional se unieron a esa aparente purga los locutores Toni Garrido y
Juan Ramón Lucas.
He querido esperar a comentar este tema
a escuchar un par de semanas la nueva programación. A mi juicio el
nivel de los contertulios ha bajado, es estruendoso escuchar como
todos los invitados son unánimemente favorables a las opiniones de
los ministros y en el tiempo de los oyentes, y para0,mi esto es lo
mas grave, he oído como se reían de sus opiniones.
Pudieraseme decir, como algún amigo ya
me ha dicho, que todos los gobiernos hacen esta maniobra de
manipulación, es posiblemente sea cierto y reconozco que es posible
que algunos locutores tengan un pensamiento mas próximo al mio y por
ello los sienta como mas objetivos.
Hay cadenas como la Ser y la Sexta que
si bien están mas cerca de mi pensamiento les reconozco falta de
objetividad, pero esto no me pasaba en Radio Nacional, por lo que el
cambio de programación lo siento como una cacería de la voz
discordante.
Mis amigos liberales dirán que el
estado no tiene que meterse en algo como la información y esta
debería estar a manos de empresas, librándonos de estas maniobras
fanáticas, tienen razón.
Me duele ver a RNE convertida en voz de
su amo, no de su amo no que somos los ciudadanos, convertida en la
voz del partido gobernante.