Ser liberal

Ser liberal es mas que una opción política, es una filosofía de vida, los liberales, pensamos que el mayor valor que se puede defender son las libertades civiles, entendiendo estas como las libertades individuales de los ciudadanos ante el abuso constante e infracciones injustificadas de los gobiernos, instituciones religiosas y organizaciones privadas.

Los liberales proponemos el desarrollo de las libertades individuales de los ciudadanos y en base a esa libertad y capacidad de acción personal, empresarial y asociativa, buscar el progreso de la sociedad.

Fusilamiento de Torrijos, A. Gisbert 1888
El liberalismo como opción política y filosófica, hunde sus raíces en los ilustrados, siendo sus máximos pensadores, Voltaire, Montesquieu, Torrijos, Locke o Rousseau y de ellos se gesta la defensa a ultranza, como máximo valor, el librepensamiento, de la libertad de expresión, de asociación, de prensa, etc., sin mas limites que la mínima ley que evite los abusos.

La igualdad es otro de los pilares del liberalismo, todos los ciudadanos son iguales ante la ley y ante el Estado, en consecuencia no se reconocen privilegios con origen nobiliario, étnico, religioso o adquiridos. El principio de igualdad es incompatible con la servidumbre, el abuso de poder, la esclavitud, el colonialismo y la injerencia en asuntos de terceros.

La propiedad privada y el derecho a la misma es incontestable para un liberal, el derecho a obtener, poseer, controlar, emplear, disponer de, y dejar en herencia de bienes tangibles e intangibles, sin que el estado pueda definir como y de que manera pueden ser usados.

El estado laico, la separación total de iglesias y estados, como garantía de que ninguna fe o confesión puedan influir en las decisiones de un país o nación, buscando la nula injerencia de cualquier organización o confesión religiosa en el gobierno del mismo, ya sea en el poder legislativo, el ejecutivo o el judicial.

Lamentablemente y con cierta frecuencia, se confunde el liberalismo con el libertarismo, que bebiendo de las mismas fuentes niegan la necesidad de un colectivismo mínimo para la organización social. Algunos libertarios llegan a retorcer los conceptos hasta imaginar una especie de sociedad basada en la ley del mas fuerte, inspirados quizás en el objetivismo  y en el anarcocapitalismo.

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