No soy economista y reconozco que toco de oído, pero tengo la sensación que hemos dejado a los inversores tomar las riendas de los destinos de la democracia. Parece que la gran banca y los movimiento financieros “generan” dinero, lo generan artificialmente, lo generan de los recursos, nuestras cuentas, creando dinero del dinero ingresado y colocandolo de nuevo en circulación.
El resultado es que si nos subimos a esa marea de generación de dinero y esta marea se para nosotros nos estampamos contra la pared por la inercia que tenemos.
Recuerdo ahora la película “los fisgones”, donde Robert Redfor dice “el mundo no se mueve por la realidad si no sobre la percepción de la realidad”. Parece que es asi. Los “mercados”, es decir, la banca, el gran capital, los especuladores y nuestros fondos de pensiones, han generado una artificialidad del dinero, un dinero sobre el papel, una cifra impresa en un formulario continuo.
¿Pero que hay de realidad en todo ello?
Nuestros no tan lejanos parientes, aquellos que basaban su economía en la labor de la tierra eran conscientes que, un aumento de tierra y un aumento de trabajo daba como resultado (salvo incendio, plagas o catástrofes), un aumento de los beneficios.
Mis padres me enseñaron que un producto o servicio tenia un precio y yo tenia que sopesar si el valor que ese producto o servicio tenía para mi justificaba ese precio.
Pero ahora, todos tenemos fondos de inversión, planes de pensiones, inversiones en bolsa, rentas fijas, rentas variables a corto y un sinfín de productos que generan valor artificial.
Ahora, se quiere reducir el limite de deuda de los estados, lo que traerá como lógica consecuencia que las deudas y los intereses serán prioritarios para el estado antes de pagar prestaciones sociales. La consecuencia rápida sera una percepción de no tener la sanidad, la educación, la justicia y las pensiones tan garantizadas como hasta ahora y desviaremos nuestro capital en fondos y productos financieros que nos cubran esta actual percepción de seguridad.
Se generara un periodo de bonanza, o mejor dicho, saldremos de una crisis para meternos en un ciclo de crecimiento falso que generara una crisis, nos quedaremos sin el estado de bienestar y sin nuestro dinero que lo tendrán los mismos que les interesa la artificialidad del dinero.
Algunos proponen la vuelta al patrón-oro, o al menos la vuelta a un indice claro de valoración del dinero, a una referencia. Otros dicen que es imposibles. No lo se, lo que es imposible es vivir con dinero artificial.
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