Me ha causado estupor una anécdota
vivida en primera persona que refleja como el estado gestiona, y
perdón por la expresión, “putapenicamente” los funcionarios y
servidores públicos.
La anécdota es la siguiente. He ido a
la biblioteca publica a aprovisionarme de libros para este verano
aprovechando que puedo llevarme 6 libros durante un mes. La mayoría
de los libros que he sacado son relacionados con mi trabajo pero
quería leer dos novelas también, la primera de ellas la he
encontrado casi inmediatamente pero la segunda novela que quería
llevarme no la encontraba en la seccion correspondiente.
Consultando el ordenador de la propia
biblioteca, veo que mi deseado libro figura como disponible, por lo
que copio la signatura completa y me dirijo a la funcionaria.
JN/SAI/VUE
Vuelo nocturno
Antoine de Saint-Exupéry
-La funcionaria me dice, está en literatura juvenil, indicandome el pasillo y el
numero de estantería.
-¿Juvenil? ¿este libro?
-Si, sección novela juvenil, el
penúltimo armario de la sección.
-Me extraña tremendamente que esté en
juvenil, este libro es una reflexión sobre el heroísmo y la
soledad.
Hago un inciso para indicar los
comentarios que hacen del libro por la red, para quien no conozca el
libro, indicando con estos comentarios que poner este libro en
juvenil es un poco, digamos, raro, se ve que la “larga sombra” de
“El principito” ha marcado toda la carrera literaria del autor...
no he querido saber donde han catalogado “Tierra de hombres” o
“Piloto de guerra":
-La obra trata de la problemática del
héroe para quien toda acción revela lo absoluto. La fuerza del
hombre heroico es de borrarse frente a este absoluto. Pero el hombre
valora a la humanidad por los efectos de su acción. Frente a la
solicitud, él asume este significado. (wikipedia)
-El protagonista empieza a preguntarse
por el sentido de su vida y de su obra, hasta tomar una decisión que
parece «inhumana» por «inexpresable» (Amazón)
La funcionaria me dice:
-ah, no se, YO NO LEO, pero esta en
juvenil.
Supongo que la funcionaria habrá
sacado su plaza dignamente, pero, ¿tiene algún sentido poner al
frente de una biblioteca a personal que no lee? ¿Pondríamos de
cicerón de museo a alguien que no comprende que es el periodo
gótico?.
Estoy convencido que esta funcionaria
estará muy frustrada por hacer un trabajo alrededor de un tema que
no le gusta a la vez que estoy convencido que hay docenas de
funcionarios en puestos administrativos que darían media mano por
trabajar en una biblioteca y disfrutarían con ello.
Una prueba mas, que el funcionariado
esta mal gestionado.