Uno de los grandes problemas que tiene
la sociedad española es que estamos ya acostumbrados a que los entes
públicos y algunos privados nos traten como a niños usando
eufemismos cuando no falseado la verdad directamente. El presidente
Zapatero tiene en su haber uno de los ejemplos mas gráficos cuando
llamó a la crisis “desaceleración del crecimiento” y el hecho
llego a ser magistral cuando la actual vicepresidenta llamó “subida
temporal que se centra en los principios de justicia y equidad” a
una subida del IRPF. Y la puntilla aun sin resolver ha sido el
reciente asunto Bankia, que aun no sabemos si es ta “participado”,
“nacionalizado”, “intervenido”, “provisionado” o el
estado tiene “titularidad indirecta”, con la rocambolesca ademas
que nos dicen que “solo” han nacionalizado BFA con un 45% de las
acciones inferior al 51% que serian la mayoría omitiendo que tienen
el 52% de los votos.
Y esto es un resultado de una educacion
deficiente que nos impide "pillarlas al vuelo" que se suma a un intento por considerarnos a los
ciudadanos idiotas.
Quien escribe estas lineas, puede
hablar inteligentemente de su medio de vida y quizás de un par de
temas mas, pero desde luego y como he repetido una y otra vez, no se
nada de economía, derecho y otras disciplinas. Sin embardo si me
considero lo suficientemente ilustrado, si se me permite esta
palabra, para saber que los ejemplos que he dado son eufemismos
destinados a edulcorar una situacion para hacerla mas asumible o
políticamente correcta.
En el mundo de los eufemismos y me
remito a los ejemplos, la vida política a aumentado un peldaño en
su cualidades y calidades, llegándose a retorcer la verdad. El
autentico maestro de este fenómeno, es Federico Jimenez Losantos,
que sin ser santo de mi devoción le reconozco una maestría en
retorcer los datos para demostrar que lo blanco es negro y lo negro
blanco.
Podríamos valorar que los eufemismos
son relativamente buenos en según que momentos y circunstancias,
verbigracia, siempre sera mejor decir “de la tercera edad” que no
“viejo”, aunque a mi “anciano” no me suena mal. Otro ejemplo,
en este caso a mi juicio horroroso, es el uso dual del genero
“ciudadanos y ciudadanas”, mucho mejor resuelto en algunos
idiomas, como el ingles, que van surgiendo palabras nuevas (“actor
& actres” es sustituida por “actrons”).
Pero en el mundo político, ya no es
suavizar y dar un toque de color luminoso al texto duro, si no
directamente maquillar la verdad, estrujarla y modificara a
conveniencia. Es el caso del asunto Bankia, que un partido como el
Popular, en principio con una ideología teórica que se bate entre
el centro-liberal-conservador, tenga que nacionalizar un banco, se da
de bruces con su programa, sus votantes y su supuesta ideología, por
lo que se ha preparado todo un argumentarlo mediático para que no se
entienda que está nacionalizando nada.
Volviendo a Bankia, no se les inyecta
dinero publico se les presta dinero al 10% en bonos convertibles,
vamos que se les da dinero para algo que no funciona y cuando este
mas que claro que no funciona se nacionaliza. Por cierto, eso en el
argot financiero se llaman “cocos” y ya sabemos el miedo que nos
da el “coco” a todos.
Nos merecemos gobiernos que no mientan
y hablen claro.