¿Hacia
donde vamos?
Hace
unos días, una empresa en la que yo trabajé de joven, ha presentado
un ERE que la hace desaparecer de facto, casi 100 trabajadores
cesarán y cesará también la actividad laboral. Esta empresa, hace
ahora casi 30 años, en el contexto de la reconversión industrial fue
“rescatada”, en concepto de subvención, 1.250 millones de
pesetas procedentes de los fondos destinados al plan de reconversión
del sector naval mas 900 millones de pesetas, que sería otorgado a
la empresa por el Banco Industrial de Crédito.
La
empresa, no se cuando ni en que momento, acabó, una vez saneada, en
manos privadas. Manos privadas que ahora la cierran.
Esta
empresa centenaria, ha tenido 3 grandes crisis, la del año 1934, por
unos despedidos arbitrarios, la de la reconversión y actualmente la
del cierre.
En
la de 1934, los trabajadores de la empresa, junto los del puerto de
Valencia, los obreros de Hidroeléctrica, asistidos por huelguistas
de la compañía del gas, provocaron un autentico quebradero de
cabeza al gobierno civil, constantes apagones de luz, rotura de
cañerías de agua, paralización del bombeo y derribo de
transformadores y postes. 48 horas después, no hubieron despidos, ni
represalias.
En
la reconversión, poco voy a contar, yo estuve allí, al final hubo
reconversión pero se minimizaron los despidos, aquello mas que una
huelga parecía Beirut.
En
la actual crisis, solo unos sollozos y se van a casa. No voy a
criticar a los que no han defendido sus puestos de trabajo, cada uno
tiene circunstancias, momentos y nadie manda sus naves a luchar
contra los elementos.
Pero
si reflexiono y digo ¿Que nos esta pasado y a donde vamos a llegar?
Cuando
la izquierda hablaba que la UE no era de los pueblos si no de los
mercaderes, todos, yo el primero, nos reímos de ellos, pero veamos
que ha ido pasando. La Europa de los mercaderes promovieron,
alentaron y casi exigieron que los estados se endeudaran para crear
infraestructuras, esto en España derivó a grandes obras y una
mejora sustancial de nuestra vida. Quizás precipitadamente y no a
nuestro favor, pero una mejora.
Al
unisono se promovieron políticas de aperturismo económico, bajada
de aranceles, entrada de productos agrícolas de terceros países e
importaciones masivas.
La
derecha española aplaudía e implementaba estas políticas
agrandándolas y la socialdemocracia era cómplice de ellas al no
oponerse demasiado, total, las cosas iban bien y la foto quedaba
preciosa.
Y
todas esas políticas mercantilistas, se han implantado mientras se
nos ha metido en la cabeza que quien protesta es un perroflauta, los
sindicalistas son vagos y quienes no trabajan es por que no tienen
“cultura del esfuerzo”.
Nunca he dicho una palabra mas alta que otra en este blog, pero hoy digo que no estoy indignado, hoy me cago en todos sus muertos en fila india.
Nunca he dicho una palabra mas alta que otra en este blog, pero hoy digo que no estoy indignado, hoy me cago en todos sus muertos en fila india.
Protestar se ha convertido en sinónimo de atentado a la autoridad
Salvo
que en breve tengamos mas izquierda, o mejor dicho, menos derecha
mercantilista, o mas ética y menos culto al dinero, o mas humanidad
y menos presión, mas justicia y menos jurisprudencia que nos permita
vivir sin la soga de la austeridad y empezar con políticas de
creación de empleo, llegaremos a un estado peligroso, incontrolado e
imprevisible. Si el pueblo no empieza a reaccionar, a parar las
actitudes intolerantes, los ramalazos de auge mercantil-fascista
seguirán sojuzgandonos.
Es
necesario despertar, entender que quien protesta no es perroflauta,
que los sindicalistas defienden lo que creen justo, los que no
trabajan no son por vagancia. Entender que todos vamos en el barco y
que no sirve salvarse uno, que hay que salvarse todos. Entender que
contra los abusos hay que levantar la voz, comunicar, hablar.
Mi
visión es que el pueblo está amuermado, ignorante de la situación,
aletargado, derrotado y humillado. El pueblo necesita una visión, y
si esa visión no es solidaria... pasará lo que YA ESTÁ PASANDO.