Me encuentro en el debate interno entre la protección del derecho de todo trabajador de defender individual y colectivamente sus intereses y el derecho de la ciudadanía de no sentirse secuestrado permanentemente por colectivos, normalmente en situación de privilegio en comparación con la mayoría de trabajadores.
Si la memoria no me falla, las huelgas que se nos avecinan son la huelga de trabajadores aeroportuarios, en semana santa, puentes y fechas clave de vacaciones y la huelga de trenes de larga distancia en semana santa y fallas.
En ambos casos no son huelgas para mejorar sus derechos laborales, son huelgas para defender lo que ellos consideran, es en realidad, una ventaja que es trabajar en una empresa publica o semi-publica cuyos sueldos dependen de los impuestos de todos y no de la productividad y no pasar a una empresa privatizada en la que sus sueldos no dependerán mas que de su trabajo y productividad
Y llegamos al quid de la cuestión. La mayoría de trabajadores, en empresas privadas, estamos en una evaluación permanente de nuestra capacidad operativa, unos son valorados por resultados económicos, otros por resultados de productividad, otros por adaptación al puesto de trabajo, otros por su formación continua que lo adecua a las nuevas practicas empresariales y otros trabajadores en empresas publicas y semi-publicas, solo están valorados por si van o no van a fichar.
¿No me creen?, elijan la empresa publica o semi-publica que deseen y cuenten los bares y cafeterías de los alrededores. Compárenlos con el numero de bares y cafeterías de cualquier polígono industrial o centro de negocios privados. Observen la nula o poca capacidad operativa que produce perdidas que se socializan en nombre de defender “lo publico”
En principio la labor sindical, se basa en la unión de los trabajadores para lograr una negociación colectiva que impida que el poder económico pueda actuar de rodillo forzando a los trabajadores a unas condiciones miseras o simplemente a que las empresas no cumplan su parte de acuerdo, que por otra parte se incumplen permanentemente. Pero la experiencia nos dice que cuanto mas indefenso es el trabajador menos protección sindical tiene.
Nunca he escuchado a ningún sindicato defender el despido de un trabajador de micro empresa, nunca he escuchado a un sindicato quejarse del salario mínimo de un peón de obra, tampoco he escuchado a ningún sindicato poner trabas a la actitud empresarial de estrujar a jóvenes comerciales hasta que físicamente no pueden mas, momento en el que son despedidos. Ahora bien, se movilizan, secuestrando a la población, para que el sueldo de los trabajadores semi-públicos o públicos este garantizado por los mismos impuestos de los trabajadores indefensos.
Y no estoy criticando los derechos laborales, que nadie se confunda, estoy diciendo que el derecho de huelga y la función sindical están corruptas.
Los sindicatos deberían ser entidades auto financiadas por sus afiliados, donde sean sus afiliados y no la estructura sindical quien decida como y cuando hacer huelga.
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