Últimamente intento ignorar el lenguaje fariseo, manipulador, falso, provocador, hipocrita de la prensa, tertulianos, políticos, robaperas y otros coyotes.
El vaso que ha colmado el vaso de mi indignación a este respecto es el articulo de prensa donde nos informan que un portavoz de un grupo parlamentario ha ha reclamado aplicar las normas contra la kale borroka a los violentos que se demuestre que están implicados en altercados como los de la huelga general de ayer, ya que “los violentos” “campan a sus anchas con absoluta impunidad”.
Para hacer una traducción al castellano nivel usuario y no nivel político o abogado, esto significa que este servidor publico que cobra un sueldo por representarnos en el ayuntamiento, pretende que a los manifestantes que se les caliente la boca y rompan un escaparate, en vez de condenarlos por una falta por vandalismo que no deja de ser un delito menor, sean por el contrario, juzgados en la audiencia nacional por terrorismo, que se ignore si son menores de edad y se puedan solicitar penas de hasta 18 años de prisión.
Para este señor (lo de señor es por decir algo), un indignado que rompa una papelera o un sindicalista que rompa un escaparate debe tener mas castigo que un violador.
Sin embargo, no he oído a este señor (lo de señor es por decir algo), llamar violento al director de banco que vendió cuotas participativas a un ciudadano que lo que quería comprar era un plazo fijo de toda la vida. ¡ah, se siente! No haber firmado.
Es mas que evidente que para mi, lo del bancario es mas violento y mas punible que la rotura de un escaparate. En valores económicos, un escaparate puede costar 400 euros, mas los problemas derivados ¿1000 euros? Y lo segundo, pueden ser los ahorros de una vida, la entrada del piso de tus hijos y una vida destrozada. Al primero este señor (lo de señor es por decir algo), quiere meter 18 años de prision por terrorista al que rompe un escaparate y al segundo ademas le rie las gracias y queda con el a comer.
Lo que es violencia y lo que no, no es lo mismo según en interlocutor.
Dando la razón a quien diga que el piquetista que rompe un escaparate o al indignado que quema una papelera comente un acto violento, que perjudica a terceros y tiene que económicamente resarcir el daño y pagar la falta civilmente, afirmo igualmente que también cometen actos violentos a los que mienten, engañan, manipulan y en muchos casos, nos gobiernan.
En España, el insulto queda impune, nos hemos instalado en la inmoralidad de admitirlo: los sindicalistas cobran las huelgas, Mendez lleva un rolex, los manifestantes son terroristas, los liberales egoistas, los socialdemocratas vagos, los indignados proetarras, los políticos chorizos, los banqueros ladrones y así la lista puede ser muy larga.
http://www.publico.es/espana/427940/el-gobierno-pretende-equiparar-vandalismo-callejero-con-terrorismo
ResponderEliminarParece que lo que yo considero una salida de tono de un bocazas hipocrita, para el gobierno es algo que hay que hacerlo.