domingo, 6 de febrero de 2011

Publicidad comparativa Vs publicidad incorrecta.

Me preocupa la publicidad, aunque reconozco que no contemplo una preocupación social generalizada por ella. Soy partidario del lenguaje llano, pero lenguaje llano no implica imprecisión, palabras sin sentido o buscadas para provocar el error. La publicidad no debería inducir a error a sus destinatarios o manipular los datos de tal forma que se induzca al error a los destinatarios.

Si nos fijamos en la publicidad, nos encontramos una gran cantidad de incorrecciones tendentes a engañar al consumidor. ¿Ponemos ejemplos?.

En un anuncio de salsas mayonesas, dicen: contiene 60% menos de sodio. Bien, sabemos que el sodio es un producto a eliminar de la dieta de los hipertensos, pero 60% menos ¿con relación a que producto? ¿60% menos de otro producto enriquecido con sal? ¿Que cantidad de sodio tiene por gramo?.

En otro anuncio, de derivados lácteos dicen: ayuda a regular el nivel de colesterol. Si tenemos en cuenta que regular es llevar una medida a una consigna, pues para regular se puede subir o bajar estos niveles de colesterol ¿El producto lo sube o lo baja?

Podríamos seguir hablando de letra pequeña pasando a velocidad ultrarapida por la pantalla de nuestro televisor, exclusiones o limitaciones marcados por un (*) que nos lleva de nuevo a una letra pequeña o la falta de explicación de los productos o servicios de la banca que firmamos contratos extensos que jamas leemos.

Sin embargo, la publicidad comparativa, la que objetivamente es mejor para el ciudadano, si bien no esta prohibida esta mal vista, esta fuertemente regulada en nuestro país y sólo se puede utilizar con efectividad en muy pocas situaciones. Esa es la razón principal de que no veamos demasiada publicidad comparativa en televisión.

publicidad comparativaLa publicidad comparativa es la que dice: mi producto es mejor por que tiene unas características técnicas objetivas mejores que las marcas competidoras y para demostrarlo publico un estudio independiente. En España, la primera marca que se atrevió con la publicidad comparativa es Don Simón, en sus campañas comparando sus productos de zumo con Minute Main, Sun Delight y Radical.

En EEUU, la publicidad comparativa no tiene las restricciones europeas y es bastante popular, el caso de la publicidad Coke Vs Pepsi y viceversa es un caso emblemático, son los tintes de broma que suelen introducir. Incluso hacen publicidad comparativa ¡contra si mismas! (Coke Vs Coke Light).

Tele2, recientemente inicio una campaña comparando sus tarifas para demostrar, de modo objetivo, que sus precios son mas baratos y el Juzgado de Primera Instancia número 11 de Madrid ha ordenado su cese. Cierto es, que Tele2 comparaba con una tarifa, no con todas las que sus competidores, en especial Telefónica, ofrecen, pasando de comparativa a “comparativa imaginativa”

La pregunta que me hago, como ciudadano, es ¿Por que se permite la publicidad que informa insuficiente o tendenciosamente al ciudadano y se coarta la comparación de modo objetivo entre una o más características esenciales, pertinentes, verificables y representativas de los bienes, servicios o precios?



Ley 34/1988, de 11 de noviembre de 1988, General de publicidad

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